sábado, 1 de mayo de 2021

Alvaro Pineda-Botero / Susan Sontag sobre García Márquez

 

Susan Sontag, 1975
Fotografía de Peter Hujar


Alvaro Pineda-Botero
Susan Sontag sobre García Márquez

Al final de la biografía de Sontag (de Benjamin Moser, publicada el año pasado) hay unos párrafos sobre la visita que la escritora hizo a la Feria del Libro de Bogotá en 2003. La acompañó Juan Cruz, su editor para la lengua española. Tenía la idea de que iba a ser entrevistada, o que, simplemente, iba a participar con otros autores en “un conversatorio”. Los organizadores, sin embargo, la tenían destinada para una conferencia magistral. Lo supo la noche anterior y no tenía un texto preparado. Al iniciar su presentación ante un enorme auditorio con más de mil asistentes, dijo: “Voy a denunciar a Gabriel García Márquez por apoyar a Castro”.

Moser explica que se trataba de un acto de provocación. García Márquez es uno de los escritores más reconocidos del mundo. Premio Nobel y uno de los íconos culturales de los colombianos. Pero en los sesentas, muchos escritores le dieron la espalda a Castro, a pesar de simpatizar con la Revolución Cubana, por la ola de sangre y represión en que sumió a su pueblo. García Marquez fue uno de los pocos que lo apoyaban, con lo cual le lavaba el rostro al dictador.

Por los días de la Feria, el gobierno cubano sentenciaba a prisión a setenta y ocho disidentes, a condenas hasta de veinticinco años, por delitos como “poseer una grabadora Sony”. Poco antes había condenado a tres cubanos que trataban de escapar a Miami en un bote. Ante la enorme multitud de colombianos que la escuchaban, Sontag dijo: “Sé que García Marquez es admirado y sus libros tienen gran aceptación. Es un gran escritor y yo lo aprecio. Pero no podemos perdonarle su silencio respecto de lo que todavía está sucediendo en Cuba”.

El auditorio no se sintió ofendido. Por el contrario, reaccionó con una ovación. En una entrevista poco después al periódico El Tiempo, García Márquez se vio obligado a responder. Dijo: “no sabría calcular a cuántos prisioneros, disidentes, conspiradores les he ayudado, en silencio, a escapar de la cárcel o a emigrar de Cuba en los últimos 20 años”. La reacción de Sontag al conocer la respuesta, fue: “¿Ese es el régimen que usted defiende? Un régimen al qué hay que ayudarle a la gente a escapar?”


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