El 14 de noviembre de 1851 se publicó "Moby Dick". La crítica se lanzó contra la novela de Herman Melville, a la que calificó de "basura", "crimen contra el idioma inglés" y una obra cuyo autor merecía el mismo destino que la ballena blanca: el fondo del mar. Melville arruinó su carrera literaria y su cuenta corriente. La primera edición supuso un sonoro fracaso. No vendió más de 300 ejemplares. Melville regresó a Nueva York y se convirtió en un dócil inspector de aduanas, un trabajo que desempeñó hasta el final de sus días. Cuando falleció en 1891 la noticia de su muerte se limitó a una esquela de seis líneas en un solo diario. Siglo y medio después todavía resuena el eco simple pero inolvidable de uno de los más célebres inicios de la literatura universal: "Llamadme Ismael".
LITERLAND / X


No hay comentarios:
Publicar un comentario