LA VIDA
22 de junio de 2021
Una pausa en el eterno ejercicio de matarnos los unos a los otros, una pausa en el amargo ejercicio de odiarnos a muerte, de exigir nuestros derechos pisoteando los derechos ajenos.
Una pausa en la tarea de jodernos los unos a los otros y creer que somos los iluminados y los demás son las bestias.
Una pausa en la ciega ambición de alcanzar el poder al precio que sea, caiga quien caiga, contra viento y marea, a sangre y fuego.
El grito es bendito, pero también el silencio.
Deténgase un momento, piense por sí mismo, no sea un borrego, no repita las frases de los otros, no se embolate con las palabras de moda o los chistes fáciles. No se deje usar. No derrame su sangre.
La vida. Nada está por encima de la vida. La vida, sagrada, intensa, hermosa.
La vida, hermano.
Y que la pausa para celebrarla sea cada vez más larga, hasta que sea la misma vida.
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