Fútbol mata manifestaciones. Una afirmación indiscutible. La fórmula de pan y vino funciona desde los tiempos de la antigua Roma. Lo que algunos no creen es que el virus mata en las manifestaciones. ¿Cuántos se llevaron la muerte a casa y se encargaron de mantener a Bogotá como el epicentro de la pandemia? El tercer pico se transformó en meseta. Ayer domingo 20 de junio de 2021, la cifra de muertos de coronavirus en Colombia fue de 599. Y no es un récord, porque el martes pasado tuvimos la misma desgracia. La cifra de hoy será muy parecida. Y hoy sin duda alguna llegaremos a las cien mil muertes confirmadas. Cien mil. Cien mil y pico.
¿Qué dicen al respecto el Comité del paro y el nefasto y desgraciado político obsesionado con el poder que tanto insistió con las marchas? ¿Estarán repartiendo bombonas de oxigeno? ¿Estarán visitando las casas y los hospitales de la agonía? Por supuesto que no.
Nos jodimos. La muerte nos ronda. Antes los muertos eran lejanos. Eran cifras. Ahora están muriendo personas que conocimos de toda la vida. Amigos y enemigos. Están muriendo familiares. La muerte está buscando la puerta de nuestra propia casa.
Con este panorama tan desolador se abren comercios, bares y estadios. ¿Han visto a estos imbéciles en lugares públicos tomándose selfies con la botella de cerveza en la mano y el tapabocas en el bolsillo? ¿Se creerán inmortales? Con razón dicen que los ignorantes ignoran sobre todo que son ignorantes.
Con este panorama tan siniestro, y para colmo de males, están pensando en el regreso a las aulas. Qué malparidez. ¿Les estorban los niños o qué?
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