Triunfo Arciniegas
MÉXICO: 322 MIL MUERTOS
(Política y coronavirus)
29 de marzo de 2021
No tengo ningún problema en admitir que el presidente de los colombianos es un bobo, un pobre payaso, un político. Es como una mosca: va de cagada en cagada. Ni tan bobo, dirán algunos. Se beneficia él en primer lugar, se beneficia su círculo, se benefician los otros políticos porque trabajan en llave. Así son los políticos.
Pero también hay que admitir que hay otros aprovechándose de la situación y pescando en río revuelto. Tienen que armar el avispero porque les conviene. Porque hay bobos y hay zorros. Porque en Colombia elegimos al bobo para librarnos del zorro, que a estas alturas ya nos tendría sin gallinas.
Son una maravilla en la oposición, pero llegan al poder y hacen un gobierno mediocre. Todos son iluminados, sabios, honrados, salvadores, todos van a transformar el país, todos prometen.
Y lo peor de todo es que siempre hay pendejos que se creen sus cuentos. Nunca aprenden. Viven de la ilusión. Y todo político es, esencialmente, un ilusionista, un manipulador de la esperanza. En síntesis, una mierda.
Dan asco pero les resbala. El asco les resbala. Los políticos son cínicos por naturaleza.
No muchos discutirán que Bolsonaro es un arrogante, otro imbécil que no ha estado a la altura del cargo, otro Donald Trump. Pocos olvidarán la imagen del presidente de los brasileños con el tapabocas colgado de una oreja.
Me pregunto si habrá alguien que defienda a Maduro y que crea sus ridículas estadísticas de la pandemia, que son más falsas que una moneda de cuero. La respuesta: los chavistas. Defienden a Maduro tipos de su misma calaña. El chavismo no es más que un gobierno de porquería que sumió a Venezuela en la miseria. Otra Cuba. Otro estado totalitario.
¿Y López Obrador? Otro pendejo. Otro político haciendo populismo. ¿Ya no exhibe sus estampitas contra el coronavirus? ¿Ya se habrá dado cuenta que el virus no respeta creencias? ¿Ya dejaría la abrazadera y el manoseo de niños? En todo caso, pocos olvidarán a López Obrador enseñando una pinche estampa como un escudo contra el coronavirus.
El pasado 27 de marzo la Secretaría de Salud admitió públicamente que la cifra de muertos por Coronavirus en México es de 322.000.
Estaban hablando de 201.429, y ahora por fin se acercan a la verdad. Porque los muertos son más. Porque hay gente que murió en su casa, sin auxilio de nadie, sin hacer parte de una estadística.
En otras palabras, ahora México es el segundo país con más muertes, por detrás de Estados Unidos y por encima de Brasil. Y hay que tener en cuenta que la población de México es menor que la de Brasil.
La segunda ola de contagios golpeó con fuerza a México después de Navidad. Se murió hasta Armando Manzanero, el inmortal cantante de boleros. La cifra se disparó de tal manera que "México tuvo la mayor mortalidad en exceso del planeta".
Y llegó Semana Santa y habrá otra ola.
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