Joan Sebastian en el Auditorio Nacional
Joan SebastianCelia
Sé que te acuerdas, Celia, de tu columpio,
el que colgabas de las estrellas.
Sé que te acuerdas, Celia, de un amor limpio,
de días soleados y noches bellas.
Y te aplaudo que te olvides de tantas cosas
pues la vida a ti te dio más espinas que rosas.
Te celebro que de las penas vivas ausente.
Bravo, madre, déjame darte un beso en la frente
Ay, Celia.
Sé que te acuerdas, Celia, aún de tus hijos
cuando me miran tus ojos fijos.
Sé que te acuerdas, Celia, de tu rebozo
en que envolviste a este mocoso.
Y mi boquita infantil sobre tu seno,
te aseguro, nunca probó un manjar más bueno
Ay, Celia.
Y cuando brillan, Celia, tus ojos parcos
sé que te acuerdas aún de Marcos,
cuando traía tu hombre de amor felices (?).
Sé que recuerdas días felices
Y te aplaudo que de lo malo siempre te olvides
me imagino porque a los cielos por el aún pides
Ay, Celia
A la vida te agradezco y le haría un reclamo
si olvidaras un día, madre, cuanto te amo.
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