lunes, 21 de agosto de 2017

Casa de citas / Manuel Vicent / Putin II

Vladimir Putin

Manuel Vicent
PUTIN II

El imperio soviético comenzó a resquebrajarse y Putin seguía siendo un pobre diablo, que tuvo que volver a Leningrado en su Volvo descalabrado con el que pensaba trabajar de taxista si las cosas le iban mal dadas. Pero junto con el coche, el lavaplatos y otros enseres domésticos, se llevó consigo también el archivo secreto de la Stasi, la siniestra policía secreta alemana, que había arramblado en medio de la confusión, y Putin supo jugar con este alijo plagado de sabandijas, como cartas muy firmes en una partida de póquer entre políticos corruptos, y esa fue la primera palanca de su poder. A Putin lo aupó el alcalde de Leningrado, Anatoli Sobchak, su protector, al que después ayudaría a huir a París cuando fue perseguido por corrupción.




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