La senadora y la sirvienta / El poder y los pendejos

 

Clara López y Gustavo Petro

LA SENADORA Y LA SIRVIENTA

EL PODER Y LOS PENDEJOS

4 de junio de 2023

“Si vamos a comparar chuzadas de una sirvienta con las chuzadas de la Corte Suprema de Justicia vamos a quedar muy mal librados”.

Estas fueron las palabras de la senadora Clara López en el programa “Zona Franca”.m, a propósito del escándalo de las interceptaciones ilegales.

Clara López luego se disculpó por usar el término “sirvienta”, pero ese no es el problema sino su certeza de que las personas valen por el título o la condición social. La frase demuestra un profundo desprecio por los pobres. Una sirvienta, un mecánico, un albañil, valen poco o nada: no tienen poder. Solo sirven para usarlos en campaña, para tratarlos como pendejos.

Esta señora siempre se ha movido en los círculos del poder. Y como animal político, sólo le importa ella misma.

Esta es la gente del cambio.

¿Qué puede decirse de una vicepresidenta que se gasta miles de millones de pesos en un safari a África, con amante y amiga cosmetóloga, y vuelve con la idea de que aprendamos suajili? El presidente ni siquiera sabe inglés. ¿La doña es políglota? Si mañana se inventa un viaje a Budapest, ¿nos propondrá que hablemos húngaro? En Colombia, la vicepresidencia no es un cargo público sino una carga pública. La doña hace fiestas de 52 millones y a su casa sólo llega en helicóptero.

Este gobierno es una mosca: va de cagada en cagada. Ya no hay semana sin escándalo.

Estamos con el tema de las chuzadas y pasamos a la pelea de Laura Sarabia y Armando Benedetti, un par de hampones que se echaron al agua uno al otro. Ahora que perdieron sus importantes cargos, vienen las investigaciones. Sarabia abusó del poder y Benedetti tiene un largo rabo de paja. La novela apenas comienza.

Un fragmento, apenas un fragmento de la perorata de Benedetti contra Sarabia nos da una idea de lo que sigue: “Perdón, Laura, pero es que uno también explota, es que se pasan de calidad, yo fui el que organicé todos los votos, hijueputa, en la Costa, todos, hijueputa, sin que pusieran un peso y además esa plata se fue para el Pacífico. ¿Quién ve eso ahora? Nada. ¿O es quieren que diga, hijueputa, quién fue el que puso la plata? No me jodan la hijueputa vida, no me jodan la vida, porque lo que pasó ayer y antier (fue) una mierda Laura, de parte tuya y de parte del presidente”.

¿Quién puso la plata? ¿Por qué Benedetti dice “Nos vamos todos presos?

Mientras tanto, los colombianos cada vez más asfixiados, más jodidos, acosados por la inflación y la inseguridad. Este pobre país es un barco a la deriva. ¿Y el capitán? Encerrado en el camarote, escribiendo un trino estúpido que luego borrará y negará. Es su estilo. Durante la campaña, para demostrar la miseria de los hospitales en Colombia, subió la foto de un hospital venezolano, y mucho antes mostró un supermercado repleto para enseñar que en Venezuela no había escasez. Para trampas y mentiras, Petro. Si su hijo se roba un montón de plata, él no lo crió. Si los niños mueren de hambre, la culpa es de una funcionaria, una mediocre funcionará que él nombró. Si la paz total no funciona, él no inventó el término. Si hay chuzadas, él no tiene nada que ver. Si someten al polígrafo a una pobre mujer en el propio palacio, él ni siquiera sabe dónde tienen el aparato. ¿Qué puede esperarse de un tipo que se inventa un cáncer y un cese al fuego? Llegó al poder con mentiras, apoyado por personajes tan siniestros como Roy Barreras, Piedad Córdoba, Armando Benedetti y Ernesto Samper, entre otros. ¿Qué se puede esperar?

Así estamos.