Tianguis
Los tianguis son mercados itinerantes que se originaron en la época prehispánica y que impresionaron a los españoles con su gran organización. Los tianguis eran espacios de convivencia y comunicación entre los pueblos mesoamericanos. En ellos se podían observar las diferentes formas de vestir, hablar, comer y creer de cada grupo. También se realizaban rituales y ceremonias religiosas en honor a los dioses del comercio y la abundancia. Los tianguis eran lugares donde la gente se reunía a realizar intercambios comerciales y culturales mediante el trueque. La palabra tianguis viene del náhuatl tianquiztli que significa «mercado». Algunos tianguis de origen prehispánico aún existen en la actualidad en diferentes regiones de México.
Y en los tianguis prehispánicos se vendían diversos productos agrícolas, animales, artesanales y minerales. Algunos ejemplos son: verduras, hierbas medicinales, frijol, maíz, algodón, aves, peces, obsidiana, loza y hachas.
Cada tianguis prehispánico estaba vigilado por jueces y vigilantes que resolvían las disputas y castigaban a los infractores. Los castigos podían ser muy severos, como la muerte, el destierro o la esclavitud. Los castigos se aplicaban por igual a todos los miembros de la sociedad.
Acerca del tianguis de Tlatelolco.
Organizado y vigilado estaba el mercado principal de México-Tlatelolco que era uno de los más grandes e importantes de Mesoamérica. Se fundó en el año 1337 y se ubicaba al suroeste del Templo Mayor de la ciudad. En él se podían encontrar todo tipo de productos, desde alimentos y artesanías hasta esclavos y piedras preciosas. El mercado atraía a miles de personas cada día y estaba muy bien organizado y vigilado.
Numerosos eran los productos que se vendían en el mercado de Tlatelolco provenían de diferentes regiones del imperio mexica y más allá de sus fronteras. Los encargados de traerlos eran los pochtecas, comerciantes especializados en el comercio a larga distancia. Algunos productos cercanos eran el maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Algunos productos lejanos eran el cacao, el algodón, las plumas y las conchas marinas.
Fuente: México de raíces profundas
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