Ilustración de Gale Hart |
Triunfo Arciniegas
PERDIDO
7 de agosto de 2022
Estaba tan perdido que ignoraba si había llegado a Londres o Berlín, dos ciudades que nunca he visitado. Al principio me acompañaba un señor muy elegante, con abrigo y sombrero. Era otoño y las calles se veían muy poco transitadas. El señor me explicó que había problemas de transporte en la zona y que en algunos casos la gente esperaba el autobús hasta media hora. Nos acercamos al centro y visitamos un museo. ¿Londres? Luego nos encontramos en una escuela de arte. Podíamos tomar clases de pintura, con materiales gratuitos incluidos. De pronto me vi en una calle muy concurrida, sin la compañía del señor elegante. No sabía ninguna dirección ni cómo llegar a la zona poco transitada donde me alojaba. Me sentí angustiado. Sin saber cómo, aparecí en una habitación y vi a María del Rosario acostada en la cama, dormida y desnuda. Despertó y me miró un momento, hasta reconocerme. Le dije una frase en alemán, la única que me sabía, para hacerle saber cuánto la amaba, y me tendí a su lado. El sueño termina con sus explicaciones sobre el translado a la ciudad, más Berlín que Londres, mientras recorríamos las calles. Nos acompañaba su hijo adolescente. Caminaba en la punta de los pies, como un bailarín de ballet, para verme más alto. Me regocijaba saber cómo se veía todo desde arriba.
2 comentarios:
Seguro que la María del Rosario del sueño también lo amaba.
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