Alberto Moravia
Leía a Platón hace unos veinte años, cuando era estudiante y estaba a punto de licenciarme en Medicina. De aquella lectura he retenido, sobre todo, la fábula del andrógino, según la cual, en los orígenes de la Humanidad hubo un monstruo redondo, con dos cabezas, cuatro brazos, cuatro piernas, dos culos y dos sexos. Preocupado por la vitalidad del monstruo, Zeus decidió debilitarlo y lo partió en dos mitades exactas, de la misma forma que -dice Platón- se divide un huevo duro con una cortante cerda. Desde entonces, estas mitades, la una de sexo femenino y la otra de sexo masculino, van por el mundo, inquietas, buscando la mitad del sexo distinto que las complete y así le permita reconstruir el monstruo redondo de los orígenes.
Alberto Moravia
¡Boh!
No hay comentarios:
Publicar un comentario