Alejandro Obregón, Rodrigo y Sonia Osorio |
Sonia Osorio
Difícilmente existe un amante más maravilloso que él, en todo sentido. Era como de mentira. Voluptuoso, apasionado, tenía todos los ingredientes para enloquecerlo a uno. Y para mí, que venía de una especie de noche oscura, aquello fue como un amanecer.
Camándula
Las mujeres de Obregón
Elektra, Bogotá, 1993, p. 40
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