Sonia Osorio |
Sonia Osorio
AMOR A GRITOS
De pronto, sin importarle donde estuviéramos, Alejandro gritaba: "Te adoro, te adoro, te idolatro". Avergonzada, yo le decíaç: "¿Por qué no me lo dices no más a mí, por qué lo gritas?" Satisfecho, contestaba: "Porque me gusta oírmelo decir".
Camándula
Las mujeres de Obregón
Elektra, Bogotá, 1993, p. 40
FICCIONES
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