Niños comiendo melón y uvas Bartolomé Esteban Murillo, 1645 - 1655 |
Arturo Pérez-Reverte
SIGLO DE ORO
Y en eso tenía razón el mozo. Si en el casi
medio siglo de reinado de nuestro buen e inútil monarca don Felipe Cuarto, por
mal nombre llamado el Grande, los gestos caballerescos y hospitalarios, la misa
en días de guardar y el pasearse con la espada muy tiesa y la barriga vacía
llenaran el puchero o pusieran picas en Flandes, otro gallo nos hubiese cantado
a mí, al capitán Alatriste, a los españoles en general y a la pobre España en
su conjunto. A ese tiempo infame lo llaman siglo de Oro. Mas lo cierto es que,
quienes lo vivimos y sufrimos, de oro vimos poco; y de plata, la justa.
Sacrificio estéril, gloriosas derrotas, corrupción, picaresca, miseria y poca
vergüenza, de eso sí que tuvimos a espuertas. Lo que pasa es que luego uno va y
mira un cuadro de Diego Velázquez, oye unos versos de Lope o de Calderón, lee
un soneto de don Francisco de Quevedo, y se dice que bueno, que tal vez mereció
la pena.
Arturo Pérez-Reverte
El capitán Alatriste
Madrid, Alfaguara, 2001, p. 112
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