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| Harrison Ford |
Harrinson Ford
Esto no es un set de película. Esto no es Han Solo. Esto es solo Harrison Ford, en algún momento a principios de los 70, en su propia cocina, mucho antes de que la galaxia supiera su nombre.
Prácticamente puedes sentir la era en esta foto. Las sartenes de cobre en la pared. El estante para platos de la vieja escuela apilado con cristalería nublada. Ese respiradero giratorio beige sobre el mostrador. Las encimeras plastificadas. Las mitades de limón desgastadas dejadas por el fregadero. Es el tipo de cocina en la que se siente vivida - no diseñada, no organizada, simplemente real. El tipo de lugar donde alguien hace tostadas y café todas las mañanas y olvidó poner la mantequilla de nuevo en la nevera.
Ford aún no era una superestrella. En este momento, todavía estaba haciendo trabajos de carpintería para llegar a fin de mes - construyendo gabinetes para estudios, incluso haciendo carpintería para el mismo George Lucas. Era solo otro tipo tratando de ganarse la vida en L.A., un trabajo extraño a la vez. Nadie sabía que dentro de unos años, estaría volando el Halcón Millenario y rompiendo látigos como Indiana Jones.
Lo salvaje es lo ordinario que se siente. Esa es la magia. Una foto como esta te hace retroceder - a un momento en el que la vida se sentía más lenta, más cálida, menos filtrada. Antes de los smartphones. Antes de la fama de internet. Cuando el estrellato no se trataba de marcar, sino de aparecer, tener suerte y esperar que hayas clavado la audición.
Esto no es solo nostalgia por Harrison Ford. Es nostalgia por todo esto - el olor a las tostadas quemadas en las pequeñas cocinas, los mostradores desordenados, la silenciosa rutina antes de que todo cambiara.
¿Guapo? Sí, claro. ¿Icónico? Con el tiempo. ¿Pero en este momento? Solo un tipo secando platos como el resto de nosotros.
Cinema Society / Internet
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