Nélida Piñón |
LEER EN VOZ ALTA
Yo siempre leo mis textos en voz alta. Porque los idiomas, por más bellos que sean, tienen incompatibilidades sonoras. Pueden ser muy groseros. Cacofónicos. Yo trato siempre de evitar esas disonancias. Estoy siempre escuchando la música de las palabras.
(¿Nunca entrega un texto antes de haberlo escuchado antes en voz alta?)
Sí, y además escribo muchas veces un mismo texto. De «La república de los sueños» he hecho no menos de siete u ocho versiones, cada una de 700 páginas. Buscando esa música, buscando el rostro de la frase. Hay que buscar el rostro de la frase. No voy a ser crítico ni asesino. Pero hay un momento en que hay que dejar de tocar el texto, porque corre el peligro de perder la emoción.
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