Nélida Piñón |
QUIERO EL ASOMBRO
Yo no quiero el mundo esclarecido. Quiero el asombro. Porque el esclarecimiento tiene un aspecto dictatorial, tiene una versión única. El misterio garantiza múltiples versiones.
Y el misterio alimenta la imaginación. La muerte y la vida son un misterio. Los dos se confunden. No se pueden resolver. ¿De dónde procede el arte? De una concepción divina, de una narrativa previa. Siempre pienso que el arte proviene del caos. Un caos que no acepta expurgos que siempre está en evolución y para organizar vas cortando, ajustando, escribiendo, estableciendo analogías, pero mientras está en proceso de crear hay que saber que el origen es múltiple. Tanto que uno tiene el mundo entero para crear.
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