Andrea Camilleri |
Andrea Camilleri
Yo veo que cada día preocupa menos la dignidad del trabajo. Y esto lo encuentro gravísimo. Porque la dignidad del hombre es el trabajo. Su trabajo. Cuando despiden con tanta facilidad a un hombre de 50 o 55 años lo insultan, lo humillan. Dejar sin trabajo a un hombre es infligirle una humillación. Tanto es verdad que los pequeñísimos industriales del norte de Italia, aquellos que venían de la clase obrera y que han conseguido una pequeña empresa, se han suicidado cuando sus compañías entraban en crisis. Ellos sabían perfectamente la humillación que significaría despedir a los trabajadores porque ellos mismos lo habían sido. Esto es gravísimo, pero nadie medita sobre eso…
1 comentario:
La dignidad se esfuma y no nos damos cuenta...o nos damos cuenta y seguimos callados.
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