domingo, 29 de enero de 2017

Casa de citas / Shakespeare / La noche espesa de Lady Macbeth

Lady Macbeth
Ilustración de Ferenc Pintér
William Shakespeare
LA NOCHE ESPESA DE LADY MACBETH
Traducción de Ángel-Luis Pujante


Hasta el cuervo está ronco de graznar
la fatídica entrada de Duncan
bajo mis almenas. Venid a mí, espíritus
que servís a propósitos de muerte, quitadme
la ternura y llenadme de los pies a la cabeza
de la más ciega crueldad. Espesadme la sangre,
tapad toda entrada y acceso a la piedad
para que ni pesar ni incitación al sentimiento
quebranten mi fiero designio, ni intercedan
entre él y su efecto. Venid a mis pechos de mujer
y cambiad mi leche en hiel, espíritus del crimen,
donde quiera que sirváis a la maldad
en vuestra forma invisible. Ven, noche espesa,
y envuélvete en el humo más oscuro del infierno
para que mi puñal no vea la herida que hace
ni el cielo asome por el manto de las sombras
gritando: "Alto, alto".


William Shakespeare
Macbeth

 Acto Primero, Escena V, pp. 26-27
Libros del Zorro Rojo, Barcelona - Buenos Aires, 2012




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