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Foto de Triunfo Arciniegas |
POLICÍA DE TRÁNSITO
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Ilustración de Häri Run |
Cuando estudiaba en la Escuela Normal, tuvimos de rector un cura marica que abusó de nuestro compañero más inteligente. Su brillo se apagó literalmente. Era muy tímido y sé que el cura Luna le jodió la vida. Estudiaba recostado contra un árbol que aún existe, entre el río y la cancha de fútbol, y no hablaba con nadie. Recuerdo sus zapatos negros, con cordones ajustados, como de oficinista.
Años después, un profesor que había dejado la Escuela Normal para trabajar en la Universidad, nos contó muerto de risa que el cura Luna intentó seducirlo en la rectoría.
Tuvimos otro rector marica, un tal Baudilio, una loca completa que manoseaba a todos los muchachos. Alguna vez me tocó el pecho para saber si me había salido una teta: un cepillo, un pequeño objeto verde y rectangular, debajo del suéter, en el bolsillo de la camisa. Este marica, narrador deportivo, al césped le decía “el gramado esmeraldino”, y al balón, por supuesto, “el esférico”.
Tuvimos un rector al que le decían con justicia Bigote de Brocha, un déspota con lentes oscuros y marco de pasta negra, un tirano, como el Pluma Blanca que me tocó como rector cuando fui profesor en el Colegio Provincial, un político infame. Un tipo que se robó un bosque entero.
Detesto la Escuela Normal y el Colegio Provincial con la misma intensidad.
Otro rector fue Cola de Pato. Así caminaba. Y el último, Guido, una buena persona. Rechoncho, bajito, calvo. Su mujer le ponía el cuerno sin compasión.
Bigote de Brocha citó a mi madre en la rectoría y le gritó: “Señora, su hijo odia a la humanidad”. Yo, de apenas doce o trece años, estaba en corredor y oí la frase con absoluta claridad. Qué pena con mi madre.
El mundo era triste y sigue siéndolo.
Anónimo
POR UN IDIOMA SIN "IDIOMO"
Si no tiene "dío" el día,
y el trigo no tiene "triga",
ni existen las "gobernantas",
tampoco las "estudiantas",
ni "hormigo" entre las hormigas.
Aunque lo intenten, comprar
con millones y "millonas"
un trono no tiene "trona"
ni "jaguara" has de llamar
a la hembra del jaguar,
y aunque el loro tenga Lora,
y tenga una flor la flora
mi lógica no se aplaca:
no tienen "vacos" las vacas
ni los toros tienen "toras".
Aunque las libras existan
con los libros no emparejan,
y tampoco se cotejan
suelos, que de suelas distan,
por mucho o "mucha" que insistan
mi mano no tiene "mana",
no tiene "rano" la rana
y foco no va con foca,
ni utilizando por boca
al masculino de Ana.
Blanche Barrow, que era miembro de la banda de Bonnie y Clyde, en el momento en que fue capturada en agosto de 1933. Blanche fue el único miembro de la banda que sobrevivió a sus hazañas, muriendo en 1988. Ella pesaba sólo 81 libras cuando fue capturada.
Cuando Blanche Barrow fue capturada en 1933, solo tenía 22 años y pesaba sólo 81 libras. Su frágil estado se debió a semanas de correr, esconderse y sobrevivir a tiroteos junto a Bonnie y Clyde. A pesar de su pequeño tamaño, Blanche soportó uno de los batallas de armas más famosos de la banda en Dexfield Park en Iowa. Durante esa pelea, su marido, Buck Barrow, fue fatalmente herido, y la propia Blanche quedó ciega de un ojo por un vidrio volador.
Aquí está la parte notable: Blanche fue el único miembro de la pandilla Barrow que vivió lo suficiente para contar la historia. Mientras Bonnie y Clyde encontraron su infame final en una lluvia de balas en 1934, Blanche pasó a cumplir seis años en prisión, luego vivió en silencio hasta su muerte en 1988.
Dato curioso: en la película de 1967 Bonnie y Clyde, Blanche fue retratada como un personaje histérico y cómico, algo que ella resentía profundamente. En realidad, Blanche fue dura, resistente, y más tarde publicó sus propias memorias para aclarar las cosas. Sus cuentas de primera mano siguen siendo una de las fuentes más confiables sobre cómo era realmente la vida dentro de la banda.
Rock Hudson y una joven Sharon Stone posan en el set de su película. Sus miradas, aparentemente casuales, guardan una historia profunda que, al conocerla, transforma por completo la forma en que se observa esa imagen.
El maestro y Margarita, la gran obra del escritor soviético Mijaíl Bulgákov (Kiev, 1891 – Moscú, 1940), publicada originalmente en 1966, veintiséis años después de la muerte de su autor, y recuperada ahora para su catálogo, con una nueva traducción al español a cargo de Raquel Marqués García, por la editorial DeBolsillo. En parte relectura del Fausto de Goethe, en parte una aproximación fabulosa y fiera a la realidad política de la primera década del estalinismo, El maestro y Margarita se sostiene como una de las grandes obras de la imaginación del siglo XX, tan militante como llena de desvíos, hechizos y misterios.
6 de septiembre de 2025
Será imposible que exista una fotografía donde aparezcamos los hermanos que seguíamos viviendo a principios de 2020.
Ésta fue tomada durante la presentación de mi libro Manantial de carcajadas, en marzo de 2019.
Mino asistió al evento también pero se esfumó sigilosamente, ignorando que nos tomaríamos una foto. En realidad ni yo lo sabía. Creo que los 4 que estuvimos en esa reunión nunca volveremos a encontrarnos. Y los cinco, menos (falta Martín, el mayor, que vive lejos).
Ese día fue curioso, tuve la sospecha de que perdimos un momento único para que quedara un registro gráfico de los 4 hermanos. Y lamentablemente así fue.
Lupe ya no está con nosotros. Y Martín, dudo que aparezca en una imagen junto a los tres que quedamos en la ciudad.
Somos una bocanada de humo que tarde o temprano disipará el viento. Lo único que podemos aprehender durante unos minutos son los recuerdos, y las palabras, hechas del mismo material inasible que el viento.
Por favor absténgase de mandar promesas de reencuentros en la vida eterna, bendiciones y demás subterfugios contra esta terrible y ordinaria certeza: al final del día sólo quedará de nosotros un montículo de ceniza o de silencio.
El Presidente infla de nanera inverisímil las cifras de las negocios para justificar el despilfarro de un pabellón en la feria del futuro de Osaka que nos cuesta a los colombianos 8 millones de dólares, aparte de su propio viaje. Ya sabemos que es un absoluto despilfarrador y que cuando sale del país se pierde en extraños parajes para dar rienda suelta a sus pasiones.
Nos importaría un pepino si los extravíos no los pagaran nuestros impuestos y si no tuviera al país al borde de otra infame reforma tributaria.
En las pésomas fotos se aprecia su lamentable estado. Con la mirada perdida y ya despelucado, Petro ni siquiera luce el ridículo peinado con que acompaño la pinta turquesa que tanto nos recordó a Juan Gabriel.
6 de septiembre de 2025
MILLONES DE VISITANTES O EL MENTIROSO MÁS IMBÉCIL DEL MUNDO
Petro dice que al pabellón de Colombia en la Feria del Futuro de Osaka han entrado 1300 millones de personas. Tantos millones ni siquiera caben en Osaka. ¿Cómo putas se acomodan en una feria? ¿Y en un pabellón? Mil trescientos millones. Sólo le hizo falta agregar que saludó de mano y abrazo a todos. O tan solo a unos mil millones. Cierto: los japoneses evitan el contacto físico. Pero mil millones de venias se verían bien.
Uno se pregunta de dónde sacaron los marranos. ¿Del Tolima o del mismo Japón? ¿Cuándo prepararon tantísimas lechonas? ¿Viajaron en primer clase?
Según Petro, el pabellón de Colombia en Osaka vendió diez millones de toneladas de lechona, una cifra que equivale a diez mil millones de kilos de carne. Si se traduce esa cifra en porciones de 250 gramos —lo que pesa un plato estándar— el resultado sería 40.000 millones de raciones, es decir, cinco veces más que la población mundial. Datos claves de Infobae.
Cinco veces la población mundial pasó a comer lechona en el pabellón de Colombia. Es decir, toda la humanidad y como 32.000 millones de extraterrestre.
¿Habrá un imbécil que se crea semejante cuento?