James Joyce
EL DESAYUNO DE LEOPOLD BLOOM
Traducción de J. Salas Subirat
Seguro que está hirviendo: un penacho de vapor del pico. Escaldó y enjuagó la tetera y puso en ella cuatro cucharadas llenas de té, inclinando luego la pava para que el agua cayera adentro. Habiendo dejado que se hiciera la infusión, sacó la pava, aplastó la sartén sobre los carbones vivos y observó el pedazo de manteca deslizarse y derretirse. Mientras desenvolvía el riñón la gata aullaba hambrienta hacia él. Déle demasiada carne y no cazará ratones. Dicen que no comen cerdo. Kosher. Toma. Dejó caer el papel embadurnado en sangre y envió el riñón a la chirriante salsa de manteca. Pimienta. La desparramó en círculos a través de los dedos tomándola del posahuevos quebrado.
James Joyce
Ulises
Ed. Santiago Rueda, Buenos Aires, 1972
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